“Arquitectura y construcción con tierra: O el porvenir de una tecnología milenaria.”

“Arquitectura y construcción con tierra: O el porvenir de una tecnología milenaria.”

Autor: Hugo Pereira Gigogne

¿Porqué esta tecnología constructiva que se utilizó para construir desde tiempos remotos continúa vigente en pleno siglo XXI? La pregunta tiene en principios dos respuestas. Por una parte, la tradición tecnológica de diferentes culturas basado en su abundancia, cualidades de regulación térmica, resistencia acústica y a la acción del fuego, ha generado múltiples sistemas constructivos en base a este noble material. Por mencionar solo algunos tenemos el clásico adobe, tapial y técnicas mixtas tierra -madera como la quincha. Por otra parte, las innovaciones tecnológicas producto de investigaciones científicas han logrado dar respuestas válidas a las desventajas de este tipo de tecnología constructiva. Las más importantes serían la sismo resistencia y la poca resistencia a la humedad (con 12% de humedad presente en la tierra termina todo trabajo mecánico). En el primer caso se ha logrado mediante ensayos de laboratorio aumentar notablemente la sismo-resistencia mediante la introducción de diferentes refuerzos constructivos según tipo de sistema. En el segundo caso se ha logrado aumentar notablemente la resistencia a la humedad mediante la aplicación de mayores tasas de compresión extrayendo el aire contenido en la tierra y mediante la agregación de estabilizantes de origen natural o industrial como la cal y el cemento. Estos últimos han demostrado un mejor desempeño. En este contexto tecnológico se ha creado el B.T.C. (bloque de tierra comprimida) cuyo primer antecedente es la invención durante la década del 50 del siglo pasado de la bloquera manual CINVA RAM. Invento del Ingeniero chileno Raúl Ramírez en el marco del programa CINVA desarrollado en Colombia.  Ese sencillo artilugio que trabaja con el principio de Arquímedes de aumentar la fuerza con el brazo de palanca, ha dado origen a múltiples versiones mecanizadas y automatizadas de plantas industriales fijas y móviles en diferentes países.

Sin embargo, en un contexto de cambio climático de origen antrópico como el actual, originado por un exceso de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera, la moderna arquitectura y construcción con tierra podría constituir una buena alternativa para contrarrestar estos efectos.

Para fabricar un bloque de cemento se requieren 28.000 BTU (*), un ladrillo 14.000 BTU y un adobe 2.500 BTU. Vale decir para fabrica run bloque de adobe se consume aprox. un 90% menos de energía que para fabricar un bloque de cemento y un 80% menos de energía comparado con la fabricación de un ladrillo. Se debe analizar esto en relación al porcentaje que las diferentes actividades humanas contribuyen a la emisión de los GEI. Según Edward Mazria (2003) en su ensayo “ Es la arquitectura estúpido” ¿Quién tiene realmente la llave del termostato global? La respuesta podría sorprenderlo, en Norteamérica el sector construcción contribuye con cerca de un 50 % del consumo energético.

(*) BTU British termal unit.